Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
10 ABRIL 2022.-Vivimos en un mundo de manipulación; desde que tenemos uso de razón somos manipulados, primeramente por nuestra madre, padre, abuela, tía o quien sea la encargada de criarnos. Si se tiene la fortuna (¿?) de tener a ambos padres juntos, es tan común darnos cuenta cómo nuestra madre, la mayoría de ocasiones y tiempo, pone en mal con nosotros a nuestro padre, haciéndolo ver como un monstruo, el flojo, el malo, el feo, etc., y así crecemos, creyendo negativamente una verdad tan falsa como quien nos la dice.
Posteriormente, cuando tenemos la edad para acudir a la escuela, los profesores nos manipulan a su antojo, intentan introducir en nuestra pequeña y frágil mente, sus ideas, muchas veces mediocres y retrógradas, de lo contrario, somos vistos mal por esos entes que tienen el poder de decidir si aprobamos o no el ciclo escolar. Así va transcurriendo nuestra endeble vida, sin darnos la oportunidad de pensar, ya que todo lo que vamos haciendo es decisión de los demás y pocos, muy pocos, nos detenemos, en cualquier edad, a analizar, razonar, reflexionar, si lo que vemos, oímos, leemos, hacemos es correcto o no, si se puede mejorar o empeorar nuestra existencia personal e individual, y esos que lo hacemos nos damos un día sí y al otro también, muchos topes con la pared o dicho correctamente, con la enorme cantidad de seres estúpidos, sin decisión propia, que abundan en cualquier rincón de este país, del mundo.
Independientemente de que sea algo que sucede en el mundo, me voy a centrar, como siempre, en este país, que a pocos no nos llena de ningún orgullo por haber nacido aquí. En general, México es un país ávido de todo, de grandeza, de logros, de triunfos, de cosas buenas. Ante los fracasos, principalmente deportivos, se buscan todas las excusas posibles para atenuar el mediocre desempeño en cualquier competencia internacional.
Lo mismo ocurre con cualquier área de nuestra vida como país, política, cultural, social, económica, espiritual, etcétera.
La religión es manipulación pura, y a sus jerarcas les garantiza un enorme negocio, abanderar eso, que a la mayoría les provoca temor, miedo, porque los practicantes no se detienen a analizar que Dios no existe, que es lo mismo hablar de él, o referirse al Universo (como algunos lo hacen), solo es una esencia, algo que todos tenemos, pero que nadie ha visto, ni verá, entonces, ¿para quién es todo el dinero que las iglesias y asociaciones religiosas recaudan cada día, semana o mes? Muchas de esas, comúnmente llamadas sectas, ni siguiera están constituidas legalmente, es decir, trabajan en la clandestinidad, leíste bien, trabajan, porque eso es, un empleo, bien remunerado para los dirigentes, llámense como se llamen y lo mejor de todo, no pagan ningún impuesto.
Actualmente, estamos manipulados por los poderosos del mundo, que no son tantos, pero que esa pequeña cantidad domina a más de doscientos países en el que está dividido políticamente el mundo actual, con la falsa pandemia, en la que las mentes brillantes de cualquier país fueron calladas por la tecnología, eliminando cualquier audio o video que se hizo por ellas, para tratar de despertar a la mayoría que cree ciegamente en todo lo que cada gobierno, apoyado por los comparsas medios de comunicación de cada país, se dedicaron día y noche a introducir en las mentes débiles que además no opusieron resistencia, de la mayoría de habitantes. México es de los países en los que la llamada sicología, a la inversa, funciona. Esto es, si algo se quiere hacer, se prohíbe, el cerebro mexicano así funciona, si el gobierno quiere que se haga algo, se limita, se raciona y así se manipula a las masas. Ellos mismos se encargan de expandir eso entre los demás, aunque ni sepan de lo que se trata. Dando incluso testimonios de casos reales vividos por ellos. Así funciona la estupidez humana.
Ahora que ya “existe” una vacuna milagrosa, descubierta en tiempo récord, ajá, cuando hay enfermedades graves que matan a mucha gente año tras año y no existe una sustancia que se aplique para salvarlos. (SIDA, Cáncer). Ya van aplicadas una (cuando son una dosis), dos (la mayoría) y el refuerzo (para que amacice), a la mayoría de nacionales, muchos con dinero real o haciendo el esfuerzo, hasta fueron a los Estados Unidos a que se les aplicaran las vacunas salvadoras, allá, porque en México aún no se comenzaban a inyectar, así de estúpida es la gente y la estulticia no tiene nada que ver con la riqueza o preparación académica, como se dice y bien dicho, por la filosofía popular, hay inteligentes sin estudios e imbéciles hasta con maestría y doctorado.
Los padres mexicanos, atendiendo a la sicología inversa, porque el presidente y su encargado de la pandemia, Hugo López-Gatell, ha señalado que el virus no afecta a los menores de edad, se han amparado para afectar a sus menores hijos, y los medios de desinformación se han encargado de hacerlo extensivo hasta el rincón más lejano del país, para que cada vez más padres de familia peleen porque sus hijos sean inoculados, la peor estupidez. Lo mismo sucedió con el barbijo o cubrebocas, ambos personajes citados, desde el inicio, dijeron que no servía para nada, que no era necesario usarlo y la manipulación funcionó, hasta el momento hay gente tan idiota que aunque esté encerrada sola en su casa, no se lo quita. Así es el mexicano.
Continuando con la aplicación de las vacunas, el uso excesivo, durante más de dos años del barbijo, del gel antibacterial (para proteger de un virus, vaya incongruencia), la misma inoculación ha provocado que la gente se haya vuelto más estúpida, o quizás solo es un pretexto para detonar su verdadero nivel de estulticia. Seguido vemos en la calle, en las redes sociales, noticieros (que siempre manipulan), oímos de otros, que la gente está más violenta, que por cualquier incidente insignificante reaccionan a gritos, insultos, golpes, contra los demás y cuando ambas partes tienen el mismo nivel de idiotez, eso se descontrola aún más. La gente se está muriendo por males añejos que no les daban problemas, ahora ya se cambió la táctica, el Covid, no está “matando” como los primeros días, semanas y meses, a pesar de que hay una cuarta ola, háganme el refavrón cabor. Esa es la función principal de las vacunas, atacar la parte más débil del organismo de cada quien y así nadie sospecha. Esto por el incremento de la estupidez humana. ¡Ponte Atento!
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