Redacción
Tacámbaro, Mich, 31 de octubre de 2024.- Con palabras entrecortadas por el llanto que le origina le emoción de que en próximas fechas pueda recuperar su libertad tras más de 22 años de reclusión, Juan Pablo, quien se encuentra interno en el penal de Tacámbaro narró cómo se ha refugiado en los estudios y diversas actividades para, además de sobrellevar su encierro, cumplir con los requerimientos para su reinserción a la sociedad con el apoyo de las autoridades penitenciarias.
Tras recibir las constancias que acreditan su participación en los cursos de carpintería y corte y confección, impartidas a través del Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Michoacán (Icatmi), manifestó que estar privado de la libertad no ha sido un impedimento para estudiar desde su primaria hasta la licenciatura en lengua y cultura que está a punto de concluir.
Resaltó que el respaldo que ha recibido por parte de las autoridades penitenciarias ha sido fundamental para participar en actividades en un horario de dos de la mañana a siete de la tarde, situación que lo tiene a meses de ser beneficiado con una preliberación.
“Soy asesor de INEA, aprendí a hacer pan aquí en la institución, hago el pan y otros muchos oficios que desarrollamos aquí; ayudarle a mis compañeros a cocinar, tengo que arreglar ropa, tengo que hacer deporte y tengo que ir a mi licenciatura, algo que no quise estudiar cuando estuve en libertad”, señala visiblemente emocionado.
Igual que Juan Pablo, actualmente decenas de personas privadas de la libertad son candidatas a ser beneficiadas con una preliberación al cumplir con actividades enmarcadas por la Coordinación del Sistema Penitenciario en los ejes de salud, educación, deporte, trabajo y capacitación para el trabajo para su reinserción a la sociedad.
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